Sin moratoria frente a las políticas climáticas europeas

Desde el 1 de enero se ha empezado a aplicar el Régimen de Comercio de Derechos de Emisiones de la Unión Europea, una normativa que tiene en contra a todo el sector portuario español, empresas, autoridades portuarias y sindicatos. Esta norma que pretende disminuir las emisiones de gases invernadero, a mi entender, únicamente conseguirá el desvió de tráficos y en muchos casos el aumento de las emisiones.

¿Os preguntaréis por qué digo esto?

No es que desde Coordinadora no apoyemos ningún tipo de política climática, todo lo contrario. Desde un inicio cuando se planteó incluir el sector marítimo en las EU ETS (European Union Emissions Trading System) nosotros estuvimos allí para trabajar esta normativa, presentando nuestras enmiendas y discutiéndolo con las otras partes implicadas en las reuniones del Dialogo Social, pero al final ha quedado una normativa corta, con muchas obligaciones y pocas soluciones a los problemas que esta conllevará.

Asimismo, la Comisión tampoco ha visto viable una moratoria, que no hemos cesado en solicitar para aquellos países que más pueden padecer las consecuencias de esta normativa, porque según sus palabras las políticas climáticas no pueden demorarse. Y en esto estoy absolutamente de acuerdo, pero estas tienen que ser efectivas. Me pregunto si en algún momento han valorado que hasta que la OMI no establezca alguna norma a nivel mundial, las emisiones no se van a reducir, se van a desviar y en consecuencia en muchos casos estas van a aumentar.

Las políticas climáticas europeas no nos pueden llevar a perder competitividad en un sector tan significativo como es el nuestro para la economía española

Debería tenerse en consideración que las políticas climáticas europeas no nos pueden llevar a perder competitividad en un sector tan significativo como es el nuestro para la economía española. Desde la DG Clima (Dirección General de Acción por el Clima) se nos ha dicho que el coste que suponen las ETS para los armadores no es tan elevado como para que se desvíen las líneas comerciales, pero los que están acostumbrados a bregar con las empresas en las negociaciones saben que esta afirmación no es cierta, y que unos pocos euros por contenedor llevan a las compañías a cambiar sus rutas y estrategias.

Además, nuestro sistema portuario es estratégico a nivel mundial. Nuestros puertos han sido el enclave perfecto para el intercambio de mercancías que viajan desde los continentes americanos y africano hacia Asia y al revés, pero ¿qué pasará a partir del 1 de enero? no lo sabemos.

Aunque viendo los pasos que están dando las compañías y hacia donde van sus inversiones nos hacemos una idea. Que los puertos españoles puedan dejar de ser puertos hub no significa únicamente perder millones de contenedores de transbordo, es perder la conexión rápida y ágil con otros países, significa aumentar los tiempos y costes para nuestras propias exportaciones e importaciones.

Al final son consecuencias que no sólo sufrirá el sector portuario sino toda la economía. Esperemos que el Gobierno español esté dispuesto a sentarse con nosotros para tratar este tema e intentar encontrar las soluciones que no hemos encontrado por ahora en Europa.

Respecto a las reuniones que como Coordinadora y como delegados de EDC (European Dockworkers Council) hemos mantenido con eurodiputados, con la DG Clima y la DG Move (Dirección General de Movilidad y Transporte), les hemos trasladado nuestra preocupación por la fuga de tráficos y de inversión, su respuesta siempre ha sido que se tienen que monitorear los tráficos para ver si se producen desvíos, y poder corregirlos.

Únicamente, se ha creado el listado de puertos vecinos tras mucha insistencia, pero con unas reglas que han dejado fuera a muchos puertos que a la larga podrn ser usados para evadir el coste de las ETS, como es el caso de la nueva terminal de Nador, que abrirá en el 2024.

El problema es que la legislación marca una revisión de los tráficos cada dos años, y para nosotros una revisión bianual nos parece inaceptable.

En esta línea es en la que vamos a trabajar desde Coordinadora y EDC a nivel europeo, para saber quién, cómo y cuándo se va a hacer esta revisión y poder incidir si fuera necesario, porque las mejores políticas nunca han sido las correctivas, sino las preventivas.

La parte social tenía mucho que decir y aportar, y en cambio no se nos ha tenido en cuenta ni para plantear medidas correctivas en caso de pérdida de empleo por el desvío de tráficos

Con un panorama a corto plazo tan desalentador, pero con ganas de ver el vaso medio lleno siempre busco factores que puedan ir a nuestro favor.

En ese sentido, es obvio viendo lo que está pasando en nuestro planeta que la descarbonización tiene que ser un objetivo común, los acuerdos internacionales vislumbran un futuro sin combustibles fósiles y la OMI ya trabaja para conseguir la completa descarbonización del sector a nivel mundial para el año 2050, además poder ofrecer productos sin huella de carbono es uno de los puntos fuertes de grandes compañías.

Puede que a la larga para las navieras sea más rentable invertir en combustibles no contaminantes que en infraestructuras en otros puertos para evadir el pago por las emisiones.

En conclusión, con la aplicación de la nueva norma no podemos decir que estemos contentos con el resultado de esta, creemos firmemente que no se ha querido escuchar al sector.

La parte social tenía mucho que decir y aportar, y en cambio no se nos ha tenido en cuenta ni para plantear medidas correctivas en caso de pérdida de empleo por el desvío de tráficos.

Coordinadora somos un sindicato que está siempre en acción, no es conformista y dentro del EDC estamos convocados para una reunión en enero, donde, aparte de valorar la situación y funcionamiento actual del Diálogo Social, marcaremos la nueva estrategia a seguir para conseguir la menor afectación posible por las ETS.

Estibadora y miembro del Comité de Empresa del CPE de Barcelona. Portavoz de Coordinadora en EDC.